El Nuevo Diario/12-10-2009
Con gran satisfacción ha sido recibido por los miembros de la comunidad científica nacional, los miles de egresados del Instituto Politécnico Loyola de San Cristóbal, biólogos, agrónomos y relacionados en general, el merecido reconocimiento de la Fundación Corripio a los frutos y esfuerzos realizados por el biólogo y padre jesuista Julio Cicero a favor de la fauna y la flora dominicana.
El presidente de la Fundación Corripio, empresario José Luis Corripio Estrada, dio a conocer este viernes 9 de octubre, los ganadores de los premios 2009, que cada año otorga esa entidad a personalidades del país.
Entre los reconocidos está el padre jesuita Julio Cicero, en el Premio Ciencias Naturales y Salud, renglón Medio Ambiente.
Corripio Estrada dijo que cada galardonado recibirá RD$1 millón, una estatuilla en bronce y base de mármol, así como un diploma. Los premios serán entregados durante una ceremonia el 25 de noviembre, a las 7:00 de la noche en el Teatro Nacional.
Julio Cicero: un ejemplo de vida dedicada a Dios y a la biología
Nace el 12 de enero de 1921, en Mérida, México. Desde pequeño demostró una gran sensibilidad hacia la naturaleza, en especial por el estudio de las plantas y los animales. Realizó estudios humanidades clásicas en Cuba, filosofía en España, y teología y biología en Estados Unidos de América.
En 1968 llega a la República Dominicana, donde imparte docencia en las cátedras de zoología y evolución en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y de biología en el Instituto Politécnico Loyola de San Cristóbal y en el Colegio Loyola de Santo Domingo.
El padre Cicero se desempeñó como coordinador de la Cátedra de Zoología en la UASD, Encargado de los laboratorios de biología del Instituto Politécnico Loyola de San Cristóbal y del Departamento de Zoología del Museo Nacional de Historia Natural.
En sus más de 30 años dedicados a la enseñanza, inculcó a sus miles de alumnos el amor por la naturaleza vista no sólo a través de la divinidad, sino también del rigor exigido por la ciencia.
En su quehacer como educador, impartió diversos cursos de pregrado, grado y postgrado sobre biología, zoología general y sistemática, morfología de vertebrados, paleontología y evolución, preparaciones biológicas, recursos naturales y flora de la isla Hispaniola, actualización sistemática, incluyendo un curso en ecología, evolución y cultivo de cactáceas. El padre Cicero condujo sus cátedras con versatilidad, que le hizo ganar la confianza y credibilidad entre sus discípulos.
Junto a su colega y amigo el Profesor Eugenio de Jesús Marcano (fallecido), realizó exploraciones científicas en toda la geografía nacional, y colectó cientos de especímenes que en la actualidad engrosan las colecciones del Instituto de Investigaciones Botánicas y Zoológicas de la UASD.
En su rol de investigador, ha ocupado importantes cargos y ha sido miembro de prestigiosas instituciones de investigación. Es reconocida su labor como encargado de los laboratorios de biología, genética y botánica, así como del arboretum del Instituto Politécnico Loyola, encargado del Departamento de Zoología y Asesor Científico del Museo Natural de Historia Natural, coordinador de la cátedra de zoología de la UASD y asesor científico del Jardín Botánico Nacional, de la Dirección Nacional Forestal y de la Asociación Dominicana de Biólogos.
El Padre Cicero es miembro de prestigiosas instituciones nacionales e internacionales, incluyendo The American Plant Life Society, American Amaryllis Society, The Rycad Society, Sociedad Dominicana de Ornitología, la Academia de Ciencias de la República Dominicana, el Comité Editorial de la Revista Moscosoa, así como de diversos patronatos relacionados con el manejo responsable del medio ambiente. Es Miembro de Honor de la Sociedad Dominicana de Investigadores Agropecuarios y Forestales (SODIAF). De manera particular destacan sus contribuciones como autoridad científica de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES).
Con más de 30 publicaciones científicas de renombre y decenas de conferencias, el reverendo y biólogo Cicero ha sido reconocido por su labor ejemplar en la investigación y enseñanza de la vida (Asociación Dominicana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental), por su colaboración en el proceso de aprendizaje de los estudiantes del International School of Santo Domingo, por su invaluable labor intelectual y paradigma de los postulados filosóficos de la Universidad de la Tercera Edad y como Munícipe Distinguido de la Ciudad de San Cristóbal.
Ha escrito numerosos artículos periodísticos sobre botánica y zoología y ha disertado en innumerables charlas y conferencias en todo el país. Su labor ha sido merecedora de varios reconocimientos y distinciones por instituciones académicas y científicas. Además, ha sido merecedor de la dedicatoria de una especie nueva de zephirantes (Z. ciceroniana).
En el año 2007, la UASD reconoció la labor docente de 22 años del padre Cicero, quien ha dedicado toda su vida a la fe, la biología y la botánica. Mediante resolución 2006-003 de fecha 28 de octubre del Consejo Universitario de la UASD, se invistió con el título de Doctor Honoris Causa al sacerdote Julio Cicero Mackinney, por su trabajo a favor de la fauna y flora de la República Dominicana.
Recientemente la Directiva de la Asociación Dominicana de Biólogos le tributó un reconocimiento en la celebración del Día del Biólogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario